La Hipocresía es la actitud de fingir determinadas ideas, sentimientos o cualidades que son absolutamente contrarias a las que en realidad se sienten, se tienen o piensan.

Que me ha aportado España:
-Un idioma que me permite comunicarme con 560 millones de personas.
-Gente maravillosa que he conocido gracias a España, tanto de aquí como de otros países.
-Los mejores trabajos que he tenido por las empresas que me contrataron con sede central en Madrid.
-Dos culturas.
-El origen de muchos amigos y gente querida que nacieron gracias a que mínimo uno de sus abuelos emigraron aquí.
Mi nacimiento por la misma circunstancia anterior.

Además me ha permitido ser catalán también. Hablo a diario el idioma catalán, y si hago caso a los que dicen que un catalán un madrileño un vasco un gallego o un español son diferentes, algo que se podría debatir, entonces nada me ha impedido ser catalán y español… y sumar siempre es mejor que restar. (Matizo que sinceramente no creo que seamos diferentes, porque si algo demuestra internet es que fanáticos, minusválidos intelectuales y gente infeliz que paga sus frustraciones en alimentar sus odios y escupir su bilis, ocupan toda la península Ibérica. Al igual que a quienes le gusta reír, divertirnos, las buenas sensaciones… amor, ilusión, proyectos, confort económico… ser felices con aquello que les llena, que es lo mismo aquí y allí, también la ocupan.)

Para quienes quieren la independencia, sus motivos tendrán. Por lo que leo o me cuentan, lo hacen por:
Conseguir un país idílico en el que no habrá corrupción (Y eso que aún no han pedido responsabilidades a los corruptos existentes)
Para conseguir un país en el que mejorará su economía (y eso que habrá una devaluada moneda, los bancos ya han dejado clara su postura y las empresas también. Y la expulsión de la comunidad europea,confirmada por ella, con sus consecuencias a medio plazo. Por no hablar del PIB siendo el 80% producido por las buenas relaciones comerciales con el resto del país.)
Otros agregan razones culturales (Reitero y sabemos todos que se utilizan ambos idiomas, siendo de hecho el catalán el usado oficialmente y si hablamos de calle, somos libres para elegir, al igual que yo elijo el español ahora porque llega a todos  y no solo a unos cuantos)

Por estas razones me posiciono claramente a favor de un país unido y solidario. Que hay otras comunidades más pobres, pues ¿qué problema hay en ayudarlas.
Estaba a favor del diálogo y de que se haga una votación, un referendum para saber que opina la mayoría y ya nos han obligado a ello, manipulando unas elecciones en las que no sabemos ningún programa político de la mayoría de partidos, parece que lo único que se puede votar es o a favor independencia los partidos que engloban “Junts pel Sí” o los que no la engloban (aunque estos últimos al menos si que tienen programa. (otra cosa es que luego se lo pasen por los huevos claro)
La cuestión es que estas elecciones eran muy importantes, para quienes quieren seguir siendo españoles. Era muy importante hacernos oír todos, los de los dos bandos.

Hemos pasado años escuchando que Catalunya solo quiere democracia, que un millón y medio de personas merecen ser escuchadas. Se les ha llenado la boca hablando de maneras distintas de hacer política, de soberanías populares alejadas de intereses políticos. Hemos llegado a creerles aunque no compartiésemos sus objetivos secesionistas. Y forzados en unas elecciones autonómicas que secuestraron como plesbicitarias, todos, los del Si y los del No hemos ido a votar a quien ofrecía nuestra opción, tomándolas en serio, ejerciendo la democracia y aceptando el motivo de dichas elecciones… seguir con España o no seguir. Participando de su democracia, rendidos ante el deseo de una gran parte de la sociedad catalana, el deseo de votar.

Desde el principio se han valido de la manipulación. Cuando alguien se preguntaba inteligentemente que pasaría con cuestiones esenciales, para tener un juicio de valor al que votar, solo ha obtenido como respuesta: “juegas con la política del miedo”
No han querido aclarar de verdad que moneda usaremos ni su valor,  que pasaría con la nacionalidad y las pensiones, si la comunidad Europea nos permitiría seguir con ellos. si seguiríamos pudiendo exportar al resto de la península, continuando con ellos unas excelentes relaciones comerciales, si las empresas se quedarían o no… Máxime se han oído teorías y voces, de quienes auguraban que no sería lo que la gente deseaba… acalladas por campañas de desprestigio . Pero nadie ha ido a preguntar a quienes deciden sobre dichas cuestiones pidiendo una respuesta escrita, clara y concisa. Ha sido todo un voto a ciegas, por ilusión, y como decía Carl Gustav Jung “El fanatismo es la sobrecompensación de la duda” siendo ello, desde la racionalidad que da el tomar las decisiones trascendentes sin analizar todas las consecuencias, el motor de esta situación y un posible suicidio colectivo.

El fanatismo es la sobrecompensación de la duda

Se han oído miles de promesas utópicas que no se molestan en explicar, insultando a la inteligencia media, o lo que sería triste: retratándola.
Lo han gestionado todo creando división y una alta crispación entre los habitantes a los que tanto quieren y ahora además se han mostrado como son.

Esos garantes de la democracia, ya no solo los políticos con sus maquineas ambiciones o su iluminación ideológica, sino el propio pueblo o con la complicidad de éste, se han pasado por el forro todos sus principios. No les ha bastado que votemos, que mínimo el 50 %, (más aún que la gente que paseaba por la “Vía catalana”) no quiera seguir con el proceso.  Han anulado el valor de quienes no piensan como ellos, les dicen que no cuentan, que ellos siguen, que han ganado.

Advirtieron por activa y por pasiva que el Sí es Junts Pel Sí o la Cup, y que el resto de formaciones son el No, pero cuando ven minoría de votos, entonces el PSC y Catalunya si que es pot, resulta que también cuentan como independentistas o al menos como indecisos. Pensaban que arrasarían fusionándose y pierden muchísimos diputados pero lo venden como un éxito. Manipulan a su interés, los garantes de la democracia, la voz del pueblo, el propio pueblo…

Hipocresía define sus actos. No son democráticos, son totalitarios en su ideal, no aceptan al resto, pero eso sí, piden que España les escuche, que cambie la constitución, porque su millón y medio si que tiene valor, no como por lo visto el de los catalanes de segunda categoría. Hipócritamente quieren seguir manteniendo la nacionalidad española, que Madrid pague las pensiones, que España siga comprando sus productos. Y es que en el ideario de la hipocresía, ya no solo quieren dar menos, sino que no quieren dar nada pero recibirlo todo.

Su sentido de la democracia es proporcional al de su generosidad. Y sobre esos valores es sobre los que se quiere empezar un país nuevo. Tienen derecho a decidir, pero se les olvidó decir que ese derecho lo tienen en exclusiva.

Me acuerdo del muro de Berlín y no me apetece que la catalunya independiente cree uno virtual con el mismo secuestro. Y me acuerdo de mi admirado Pérez Reverte cuando dijo:

“Mira, durante mucho tiempo pensé que lo peor del mundo era la maldad, pero no. Con la edad, te haces más lúcido, adiestras la mirada: lo peor es la estupidez. Son peor los estúpidos que los malos. El estúpido siempre hace más daño que el malo. Por acción o por omisión. Por líder estúpido o por masa borreguera. Un personaje de mi novela dice: «Sin esclavos no habría tiranos; sin borregos no habría lobos». Todo aquel impulso social que no está guiado por la razón termina siendo pernicioso. Ya lo he dicho: de nada vale una urna si el que vota es analfabeto.”

Entiendo que votar sin saber que se vota… es analfabetismo.  Entiendo que venderse como abanderados de la democracia y no tener en cuenta a la mitad de la población que dicen apoyar es Hipocresía. Es totalitarismo y visto lo visto además ha sido una trampa.

El estúpido siempre hace más daño que el malo. Por acción o por omisión. Por líder estúpido o por masa borreguera

Espero que algunos de los votantes del Sí, se den cuenta de lo que han votado, de que si de verdad quieren un país gobernado por mentes así. No es “política del miedo” es razonamiento y análisis. Si mienten en algo tan demostrable, ¿Qué no harán con poder absoluto? ¿Dónde iremos a parar? Si finalmente se hace un referéndum, cosa por la que ya no están por la labor, consideran que ya no lo necesitan, desearía que al menos un elevado porcentaje antes de votar exigiese respuestas. Y si no se hace el referendum por su voluntad porque se creen con autoridad moral para no necesitarlo, aún estamos a tiempo de pedir nosotros uno.

Pero sobre todo lo que deseo es que vuelva la cordura, el diálogo, pactos que hagan contentas a todas las partes, tanto en Catalunya como en España, que nos volvamos a preocupar de lo que de verdad importa. Que vuelva el sentido común, que se acabe la crispación. Me encantaría que volviese esa “paz” que no hubiese más rifirafes ideológicos en las redes sociales, ni en la calle por estos temas. Que se alimente la armonía y no el sentimiento de “vendetta”, que se alimente el sentimiento de que es mejor sumar que restar… de que la unión hace la fuerza.

Ojalá lo consigamos, depende de nosotros.

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