En la actualidad es muy difícil concebir actividades de la sociedad en las que no intervengan sustancias químicas. Son múltiples los herbicidas que se emplean a la hora de cultivar cualquier producto natural, se trata de productos químicos que se aplican para combatir  el desarrollo de las llamadas “malas hierbas” o vegetación indeseable en campos de cultivo.

Éste es el caso de la Terbutilazina que se utiliza principalmente en cultivos de olivo, su función es prevenir el crecimiento de plantas herbáceas en los alrededores. A pesar de que se pueden conseguir buenos resultados, la terbutilazina puede contaminar fácilmente tanto los frutos cultivados como el agua para el consumo humano tal y como sucedió en julio de 2005 en el pantano de Iznájar, Córdoba.

La contaminación del pantano se produjo a raíz de utilizar este herbicida en los campos de olivo de los alrededores del embalse, lo que motivó que más de 250.000 cordobeses tuvieran restringido el suministro de agua potable durante cinco días. El agua del pantano contenía un nivel elevado de terbutilazina producido por la absorción del compuesto en la tierra, incrementado además por la dura sequía que reinó ese año. La solución más acertada para erradicar la contaminación del agua fue colocar una tolva de dosificación de carbón activo para neutralizar la terbutilazina que se encontraba disuelta en el pantano.

La  Administración andaluza lleva solicitando desde el 2002 la prohibición de estos productos considerados peligrosos para la salud. Pero a raíz de este caso, por decisión del Gobierno central se suspendió temporalmente (un año) la utilización de este tipo de fitosanitarios para evitar más episodios de contaminación. Y se prohíbe expresamente utilizar este producto en los alrededores de embalses y cuencas hidrográficas que se destinen a la producción de agua para el consumo humano.

Pese a las restricciones que se plantean a la hora de emplear este herbicida, en muchos cultivos sigue y seguirá estando presente, por eso no debemos olvidar cómo se utiliza correctamente y seguir las indicaciones recomendadas.

La terbutilazina no puede aplicarse sobre frutos caídos en el suelo que van a ser recolectados posteriormente y en caso de aplicarse, el fruto debe ser elimando. Así como no mojar las partes verdes del árbol, sólo puede pulverizarse sobre algunas varetas herbáceas en la base de los troncos y nunca aplicar sobre suelos arenosos.

Debido a la persistencia en el suelo de residuos durante meses después de su aplicación, no se recomienda emplear la misma materia activa dos años consecutivos y con mayor razón si el suelo es ligero.

Para utilizar este herbicida en plantaciones es necesario la autorización expresa del técnico de la parcela, hasta que la Comisión de Productos Fitosanitarios emita un nuevo informe sobre las medidas a adoptar en el futuro.

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