A Carla Royo-Villanova la conocí por casualidad, a la salida del teatro, en un restaurante.  Si, es esposa de Kubrat de Bulgaria, princesa de Panagiuristhe, empresaria, escritora de varios libros, y  madre de tres hijos, pero a mí me dio la impresión de estar charlando con una amiga, alguien normal y corriente que te cuenta sus historietas en un ambiente divertido y coloquial. Mi impresión y mis poderes de hada no me fallaron.


Mis impresiones se quedaron cortas, ya que después de hablar con ella largo y tendido, os diré que Carla es divertida, abierta, cercana, muy humana y con un gran corazón. Es elegante, tiene clase hasta comiendo un coulant de chocolate, muy inteligente y luchadora donde las haya, lo que empieza, lo acaba. Sus amigos y familiares cuentan con ella para todo, sabe escuchar, le encanta ayudar, los niños, la playa de Berria, la naturaleza, pintar, escribir e ir en bicicleta.

¡Gracias Carla!!

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¿Cómo recuerda su infancia?
¡Súper feliz! Mucho campo, familia… recuerdo a mi bisabuela y mi abuela, las temporadas que pasábamos con ellas en Bilbao, en Santoña y con mi otra abuela, la de mi padre, en Madrid. Somos una familia  muy de estar juntos,  y por supuesto con mis hermanos, sobre todo mi hermano Jaime, porque con él me llevo dos años, y era mi compañero de juegos, inventábamos juegos, historias, y cuando nació Guillermina ya empecé a jugar a las muñecas barriguitas…

Dando un salto en su vida, es empresaria, escribe, da conferencias, madre de tres hijos, es princesa, practica pilates… ¿Cómo lo hace?
Pues no sé, como todo se ha ido añadiendo a mi vida poco a poco me he ido adaptando a las nuevas circunstancias, vas haciendo huecos. Si es verdad que me organizo bastante bien, he aprendido a tener prioridades, empresariales, de familia, es lo que hay, y lo intento hacer lo mejor que puedo. ¡A veces también doy plantones y cometo errores!

Siempre ha estado y está relacionada con el mundo de la moda, comunicación, RRPP, protocolo… ¿Por qué eligió este camino?
La vida te va dirigiendo, siempre he sido muy creativa, me gustaba pintar, crear, diseñar mi ropa. Tengo una base de inquietud y creatividad, del amor por el arte, la arquitectura, y eso se va forjando desde pequeña, nuestros padres y familia siempre nos han apoyado e inculcado el amor por la lectura y el arte. Estudié derecho, yo quería estudiar bellas artes, pintaba al oleo y carboncillo, me encantaba, tengo muchos cuadros, pero mi padre, que es muy pragmático, me recomendó que estudiara derecho, he sido bastante obediente, (risas) dentro de que hacia mis locuritas, pensé que era una recomendación muy sensata y le hice caso. Empecé con muchísima ilusión, en tercero me di cuenta de que no era lo mío, pero me gusta terminar lo que empiezo, y acabe la carrera.
Después pedí cumplir uno de mis sueños, estudiar arte moderno en Londres antes de casarme, llevaba 7 años con Kubrat, pero antes tenía que irme a un colegio mayor y estudiar arte, así lo hice, después me casé. Mi padre me dio un mes para encontrar trabajo, y si no encontraba trabajo, tenía que volver al despacho de abogados. Me puse las pilas y entré a trabajar en una empresa textil, como directora de franquicias y directora de comunicación, fueron dos años muy felices en mi vida laboralmente. Trataba con las periodistas de belleza, marketing, publicidad conocí gente maravillosa, ¡hacía de todo! Me quede embarazada de Mirko y en mi puesto pusieron a otra, me quede fatal…, mi marido acababa de quedarse en paro también, fue una época muy agobiante. Mis amigas, se volcaron conmigo, las periodistas, nunca lo olvidaré, me llevaban de ayudante de estilismo, me ayudaron y aprendí muchísimo, acabé trabajando en Elle en decoración. Después monté una empresa de decoración con una amiga, Carmen Sánchez, C mas C, hacíamos trabajos freelance, montajes de presentaciones de producto, escaparates…, luego nació Tirso y tuve que dejar la empresa. Al nacer me llamaron de Pedro del Hierro, estuve casi 6 años, como directora de imagen y de comunicación, y más o menos paralelamente, se me ocurrió montar Carla Bulgaria Roses Beauty, por las mañanas trabajaba en Pedro del Hierro y por las tardes me dedicaba a CBRB.
Cuando la línea salió al mercado dejé la moda y me dediqué por completo a mi empresa.
Así que la vida me ha ido llevando…

¿Qué quiere transmitir a sus lectores, en general, con sus libros?
Que lo más importante es ser fiel a uno mismo, la naturalidad, espontaneidad, empatizar con la gente, ser amable, el disfrutar juntos. La vida es muy complicada pero con un poquito de alegría y sentido del humor, se hace más fácil. Estamos tan metidos en la búsqueda de la eterna felicidad que no existe, hay que intentar girarlo todo, y si te levantas muy pronto para ir a trabajar, pues disfruta de la puesta de sol ese día, aprovechar el momento.

Empresaria. Creadora, fundadora, socia y Presidente de Carla Bulgaria Roses Beauty.
¿Cómo se le ocurrió la idea?
Fue poco a poco, en 1998, hice un viaje semi-oficial con Kubrat como médico, de sanidad, un viaje precioso, y al volver, quería llevarles regalos a mis amigas… unos meses antes acababa de fallecer mi bisabuela Concha, a la que yo, con 13 años le pregunté por su maravillosa piel y  me dijo que usara sólo agua de rosa. Cuando me dijeron en Bulgaria que lo típico eran las rosas y el aceite de rosas compre un montón de productos, cremas…para mí y mis amigas. ¡Mi piel se enamoró, y la de mis amigas también!. Del año 1998 al 2003 traía cremitas para todas.
Soy una persona muy inquieta, y sobre todo por saber y conocer las cosas que me atraen, quise ver de donde salían las rosas que tanto me gustaban, y fui con mi madre y con una amiga al festival de las rosas. Me empapé de la recolecta, el ambiente, la cultura… todo, vi la ilusión que todo el mundo ponía en sus rosas y pensé que con ese espíritu y lo que transmitían había que hacer algo.
CBRB nace en junio del 2003. Primero había que irse 15 días a buscar el mejor fabricante para empezar a montar, un día, mi padre me llamó súper triste y me contó que lo habían prejubilado, me dijo: como tú siempre tienes ideas en la cabeza, te ayudo en lo que sea, y sobre la marcha le dije, ¿te irías a Bulgaria 15 días? ¿Y eso? me dijo. Así fue, visitó todas las fábricas que pudimos recopilar, programamos todas las citas y volvió cargado de productos. ¡Elegimos al mejor y nos pasamos 5 años formulando! Yo quería que mis productos tuviesen el mayor porcentaje de aceite de rosa que pudiese… como consumidora tenía muy claras muchas cosas, pero no era una experta y tuve que aprender muchísimo.

CBRB, las cremitas

¿Qué le cautivo de las rosas o mejor dicho, de la Rosa Damascena de Bulgaria? ¿Su olor, aroma, cualidades terapéuticas, naturaleza, color…?
¡Que mi piel de repente respiraba!! ¡Vale para todo! Notaba que la calidad de mi piel había mejorado de un día para otro, era libre, sana y con buen color. La gente me empezó a decir ¡qué buena cara tienes! Me hacia tanta ilusión!

Cambiando de tema, su título de princesa, ¿le cambió la vida?  
No, yo ya llevaba 7 años con Kubrat, no fue de un día para otro, conocía muchísimo a sus padres, a su familia, no fue un cambio radical, yo le he visto estudiar medicina, 14 horas sin parar, estudiando el Mir, haciendo guardias, trabajar 36 horas seguidas… iba a ser la mujer de un cirujano. Otra cosa es que tú sabes que perteneces a una familia con una historia detrás impresionante y es un honor, por supuesto hay que estar a la altura.

Arrese, una de las pastelerías más famosas de Bilbao, primero de su bisabuela y posteriormente de su abuela. ¿Qué significa para usted?
Oooohhhhhhhhhhh!!! Teníamos una cajera que se llamaba Dora y una caja registradora muy antigua, me pasaba las tardes con ella, y luego le daba el parte a mi abuela, tantos pasteles, tantas trufas… me encantaba, yo llevaba siempre una chaquetita con capucha roja, como caperucita, y Dora, cada tarde me metía una trufa en la capucha y me decía que un angelito me la ponía, tengo recuerdos muy bonitos, cuando me hice un poco mayor, me gustaba envolver las trufas.

¿Qué mensaje daría nuestros lectores?
¡Que no se olviden de ti y que te lean!, que tienes un blog precioso, optimista, variado, precioso, mágico.

¿Cree en los cuentos de hadas?
Creo en la magia.
¿Cuál es su lema?
No hay ventura sin aventura, lo decía mi bisabuelo.
¿Qué quiere ser cuando sea mayor?
Me encantaría ser abuela, una buena abuela con la que todos quieran estar.
¿Un brindis por?
¡La familia y la amistad!.
¿Dónde y cuándo es feliz?
Muy a menudo, me gusta disfrutar de cada momento y situación, pero con amigos y familia, y ¿dónde? donde me pillen, y en la playa de Berria.
¿Qué talento desearía tener?
Bailar bien, ballet clásico.
¿Con qué personaje de cuento, ficción, histórico, Disney…. se identifica o le encanta?
Me divierte mucho la Pantera Rosa (risas)
¿Qué le hace reír?
Mi marido, mis hijos, Guillermina… soy de risa fácil.
¿Qué le hace llorar?
Soy de risa fácil y de lágrima fácil.

 

¿Qué o quién le ha dado una lección de vida?
Mi hermana Guillermina.
¿Rubio, moreno, pelirrojo, castaño?
¡Calvo como el mío!
¿Poker, ruleta o blak Jack?
!Euromillones! (risas).

¡Muchas gracias Carla!.

Para la entrevista completa:

http://www.entrevistasdeunhada.com/una-comida-con-carla-royo-villanova-empresaria-escritora-y-princesa-de-panagiuristhe/

By Carolina Ribera

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