(Fotografía Joaquim Manzano http://www.elclos.com/)

Los que somos usuarios de facebook, podemos observar como un número considerable de nuestros amigos lo utilizan, entre otras cosas para mostrar nuestras bondades. Muestran fotos de animales sufriendo para manifestar el malestar que produce, fotos de niños desnutridos, enfermos, mensajes solidarios a quienes padecen cáncer, quejas contra el gobierno y políticos en general, quejas sobre la economía, posicionamiento contrario ante cualquier conflicto bélico, solidaridad con las víctimas de catástrofes naturales o accidentes. Muestran apesumbrados su malestar cuando ven pobreza, se solidarizan con cualquier acto reivindicativo, manifiestan llanto, pena, indignación, sensiblidad. Nunca falta un DEP ni una muestra de luto cuando fallece un famoso. Nunca falta una muestra de cariño y lástima por esos niños de países de pobreza extrema en la que comer y medicarse es lujo. Todos harían un mundo mejor donde prevalezcan los buenos sentimientos. Donde el débil es ayudado, donde todos somos uno y lo que le pasa al vecino, ni que viva a 10.000 km, nos sucede a todos. Muy loable, muy bonito. El ser humano es maravilloso.

¿Pero queréis que os diga una cosa? A mi la solidaridad verbal no me vale para nada. Y mucho menos les vale a los que tienen problemas. Los que tienen problemas no necesitan un “que mal me sabe” Necesitan un, en que te puedo ayudar y un acto en consecuencia.

En un momento de calentón puedo llegar a pensar que en realidad vivimos en una sociedad hipócrita. Una sociedad donde todos miramos por lo nuestro. Donde la gente cuando pasa apuros económicos acude en masa a reivindicar ayudas, un sistema económico equitativo y de igualdad de clases; pero que a la que salen de esa situación ,lo primero que hacen es comprarse el mejor coche aunque con uno sencillo, pudiesen ayudar a su propio hermano a salir de una difícil situación. Sin el calentón, soy consciente de que el egoísmo,  y la individualidad están muy arraigados en nuestro entorno, pero que nadie es consciente de serlo. Como dice Pérez Reverte, hasta los más hijos de puta tienen capacidad para dormir a “pata llana” porque encuentran justificación hasta para sus actos más mezquinos, el ser humano es así. Pero creo que de verdad hay gente muy buena. Gente que vale la pena. El mundo ha avanzado gracias a ellos y seguirá haciéndolo gracias a ellos.

Me gustaría que estas personas de buena fe despertasen, reaccionasen, se planteasen si de verdad quieren ayudar y lo hiciesen. Lo hiciesen de verdad. A modo de ejemplo, os cuento una anécdota: hace dos años una persona a la que aprecio mucho, sacrifico sus vacaciones para regalarle unas vacaciones a un buen amigo común que llevaba un año de infierno económico. Ese acto hizo feliz a unos niños que hacía mucho que no disfrutaban de un “viajecito”. No es que mi amigo fuese rico, simplemente pensó que alguien necesitaba más que él ese presupuesto vacacional. Esta persona no escribe en facebook sus bondades, no las muestra al público, simplemente  hace  actos solidarios y para mí, es admirable. Ojalá yo pudiese ser la mitad de generoso que él.

Si escribo todo esto es porque se me ocurrió una idea.  En vez de compartir esos estados solidarios de boquilla,  me gustaría que la gente se animase a compartir el acto solidario del día. Un como, cuando y donde han ayudado. Si de verdad quieren ayudar, pueden hacerlo y por que no, compartir esa experiencia que a la vez motive, anime a  otros a hacerlo.

¿Os imagináis que de golpe todos ayudásemos? ¿Sería bonito verdad?  Solo con que  los que comparten en redes sociales  sus intenciones, pasen a la acción y actúen se podría conseguir mucho.

¿Nos animamos a ello? ¿Dejamos de lado la hipocresía y los falsos personajes, y pasamos a ser aquello que queremos o decimos ser?

foto sergi

Sergi Lacorte

Conecta con nostros
Últimas Noticias
CLOSE
CLOSE