Un año más, este martes se celebra el Día Nacional del Celíaco, una enfermedad crónica intestinal que afecta a más de 450.000 personas en toda España y más de un 75% de los pacientes aún no han sido diagnosticados.

La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente a la proteína del gluten que está presente en distintos cereales como: trigo, cebada, centeno, espelta, kamut, triticale, avena y sus productos derivados, por lo que el único tratamiento es mantener una estricta dieta exenta de gluten de por vida. 

La doctora Julia Álvarez, coordinadora del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) explica que  “La dieta sin gluten se basa en dos premisas fundamentales: a) eliminar todo producto que tenga como ingredientes trigo, espelta, cebada, centeno y avena, y b) eliminar cualquier producto derivado de estos cereales -almidón, harina, sémola, pan, pasta, bollería y repostería”.

El celíaco debe basar su dieta en alimentos naturales: legumbres, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten: arroz y maíz. Deben evitarse, en la medida de lo posible, los alimentos elaborados y/o envasados, ya que en estos es más difícil garantizar la ausencia de gluten.

Así las cosas, la compra diaria se encarece notablemente para estos pacientes, ya que se calcula que se tienen que gastar un 344 por ciento más, lo que al año supone 1.600 euros más. A ésto hay que añadir la dificultad de identificar en la etiqueta “libre de gluten” en algunos productos y las barreras que se encuentran cuando comen fuera de casa. De este modo, reclaman una mayor seguridad alimentaria y precios más accesibles.

Las familias al completo pueden vivirlo como un grave problema que, inicialmente, les limite la calidad de vida, en este sentido, las distintas asociaciones de celiacos de nuestro país han desarrollado recursos, informativos y formativos, para mejorar estos aspectos psicológicos y minimizar el impacto del diagnóstico, también ofrecen catálogos donde se recogen los alimentos sin gluten, tipos y marcas disponibles, cursos de cocina, consejos de compra, revisión de etiquetado.

Citando algunos de los síntomas  de la celiaquía en menores, se detecta que  el carácter del niño cambia hacia la irritabilidad, apatía, introversión e incluso la depresión. A partir de la adolescencia y en los adultos, la clínica de la enfermedad celiaca es más latente y los síntomas digestivos están ausentes o bien ocupan un segundo plano.

“En el momento actual, entre el 20% y el 50% de los nuevos diagnósticos suceden en sujetos mayores de 50 años. Puede aparecer a cualquier edad de la vida y afecta a las mujeres más que a los hombres; en este sentido, la máxima incidencia se registra en mujeres entre 30 y 40 años de edad, aunque el 20% de los pacientes supera los 60 años en el momento del diagnóstico”, asegura la Doctora Álvarez.

Algunos autores estiman que el retraso medio entre el comienzo de los síntomas y el momento del diagnóstico es, por término medio, de unos veinte años, período en el que los pacientes deambulan por repetidas consultas con distintos especialistas, los cuales por lo general, no piensan que la celiaquía pueda ser la enfermedad que causa sus diversas molestias, en un periplo interminable, costoso y muy penoso, asegura la responsable del Área de nutrición del a SEEN.

Cada vez son más los restaurantes que están trabajando para fomentar una integración social plena con los celíacos, incluyendo productos sin gluten en su carta y sumándose a las iniciativas que ayuden a colaborar con las personas que sufren esta intolerancia. Estamos en el buen camino, pero aún queda mucho por recorrer para lograr esa plena integración social, y sólo se conseguirá con la implicación y la concienciación de la sociedad al completo.

 

 

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