Una pregunta: ¿Se han planteado que se ven más hombres con barba que hace 10 años? No hay ningún nexo de unión entre la crisis y dejarse barba, pero lo cierto es que podría tratarse de un efecto de la misma, lo digo por el hecho del ahorro que supone no comprar cuchillas de afeitar, no gastar electricidad ni consumir más agua de la necesaria no dejando la canilla abierta, como dice mi mujer, grifo como decimos en estos lares. A mí me parece más bien que lo práctico de no afeitarse es que hace ganar casi 20 minutos por las mañanas y una piel menos irritada. Se lo pregunté a un barbero conocido y me dijo que la parte superior de nuestra cabeza guarda relación con nuestra cara, pómulos, mentón pudiendo diseñar y compensar los rasgos más o menos pronunciados de nuestra fisonomía, consiguiendo una imagen más estética. Así se tapan algunos defectos en los labios, caras demasiado alargadas o excesivamente redondeadas. También me contó lo que hacían los barberos en la Edad Media aparte de cortar el pelo y arreglar las barbas, cirugías menores como arrancar muelas, hacer sangrías y vendar úlceras, de ahí que los colores de los apliques que aún vemos en las puertas de sus establecimientos correspondan al blanco, rojo y azul. El blanco por la sábana con que cubrían al interfecto cliente, el rojo por la sangre y el azul se incluyó siglos más tarde en Francia y Estados Unidos como símbolo de su bandera.

Pero volvamos a la moda actual. Dejarse barba de 3 días se considera un complemento de la moda masculina. Actores muy conocidos se han dejado de afeitar y llevan barba no siempre por exigencias del guion, simplemente por lucir un nuevo look.
Paseando por la calle compruebo que no se trata ni de edades, ni de clase social ni de creencias religiosas o políticas. Se trata simplemente de una moda. Tanto es así que después de toda una vida afeitándome prácticamente a diario y sólo descansando los fines de semana, yo también me acabo de dejar barba. La voy a disfrutar.

Xavi Carrasco