Del Bosque apareció un buen día y se hizo cargo de una selección que acababa de ganar una Copa de Europa. Esa selección había sido currada, depurada y (válgame la redundancia) seleccionada por un tipo que SI TENIA UN PAR DE HUEVOS, Don Luis Aragonés, quien no se le caían los anillos a la hora de sentar a vacas sagradas ( como por ejemplo Raúl en su momento)
Acto seguido, al bueno de Del Bosque, le cae del cielo un sistema de juego que, habiendo sido su precursor Cruyff, fue llevado a su máxima exponencia por Guardiola, he nombrado el tiqui-taca.
Y así le fue a nuestro hombre. Heredó un equipo forjado, renovado y mentalizado y copió un sistema de juego innovador y tremendamente eficaz…( la prueba es que él nunca había jugado con este sistema durante su estancia en el banquillo del Madrid).
Hubiese podido quedar como una leyenda en la historia del fútbol si después de ganar un Mundial y una copa de Europa sin hacer prácticamente nada nuevo, sino sentarse y ver los frutos del trabajo de otros, hubiese recogido esos títulos y se hubiese retirado… Y así habría sido sino fuese por que a Del Bosque le pudo la codicia…
¿Le pudo la codicia o es que realmente se empezó a creer que el algo tenía que ver en este éxito de la seleccion…? Y entonces, en vez de pirrarse con la gloria ganada, optó por presentarse al Mundial 2014…y la jorobó…
Porque Del Bosque es un entrenador normalito tirando a mediocre: No supo anticipar el envejecimiento de varios de sus jugadores y renovar de savia nueva la selección. No tuvo lo que hay que tener para sentar a alguna vaca sagrada. Fue un pésimo mediador que queriendo contentar a todos, acabó enrareciendo el ambiente en el vestuario, no supo ver que después de 6 años de éxito del tiqui-taca (tanto en el Barca como en la Selección) los demás equipos ya nos tomaron la medida y empezamos a encontrarnos con una presién asfixiante en el centro del campo y hasta más arriba. Y si ni lo vio, obviamente ni concibió un plan B, otra forma de jugar, pensando quizá que lo que le había tocado en suerte, era una panacea que duraría como el Reich milenario de Hitler… pues duró lo mismo: 6 años.
Eso si, estoy seguro de que es un tipo amable, campechano y discreto…pero yo, un tipo así lo quiero de vecino, no de seleccionador.
Javier Reboredo Prol
