Los sentidos nos permiten conocer el mundo exterior, recibimos información, la procesamos, sacamos conclusiones y si somos educados comenzamos los escritos saludando a alguien.

Hoy quiero saludar a la gente que alcanza los extremos y lo hace porque en su propia naturaleza no existe otra forma de vivir que no sea esa, al hacerlo puede que el peligro les aceche, pero el mérito les acompaña y verlos vivir es puro placer para los que, a veces, frenan antes de tiempo. ¡Saludos Locos del mundo! Hoy no pienso frenar hasta el final, os lo prometo.

La abstracción no la entiende nadie. Porque no hay que entenderla, porque la creación abstracta hay que sentirla, percibirla de manera directa – si puedes entender el amor razonando, es que no estás enamorado- si la sientes ya has dado el primer paso, si además tienes la capacidad técnica necesaria para plasmarla en un lienzo, considérate afortunado y si además consigues que otro te diga ” Esta obra me ha impactado” le debes una sonrisa a tu interior que en definitiva es el lugar del cual has copiado para poder crear a partir de la voluntaria desinformación de esos sentidos drogados de realidad.

Piensa en abstracto, es decir, imagina Algo y pinta la Nada. Qué fácil ¿no?

-¡ Hey Joe ! Tienes que pintarme algo que no se haya visto nunca y me tiene que llenar el cerebro con una explosión, con una ilusión desconocida, con una pena o con una agonía que sólo se sufre tras una grave pérdida.

Si Joe no responde a tu ruego, es que Joe está pintando un bodegón, no uno de los de Velázquez con cocinera y huevos fritos ¡No! Joe está pintando tres limones y dos pollos muertos. Imposible abstraer a Joe, sus sentidos no le dejan verse por dentro, no puede enajenarse de la realidad, es prisionero de los objetos.

Me gustan los bodegones, lástima que con los años extirpáramos a la cocinera.

Si piensas que pintar un cuadro abstracto es cuestión de manchar con pintura un lienzo de cualquier manera, seguro que también piensas que a los niños los trae la cigüeña y cualquier día Gandalf el Gris llamará a tu puerta para rescatar tesoros o reconquistar reinos. Bien, la base de la abstracción es la realidad porque si no hay nada de lo que huir, la huida no tiene sentido. Por lo tanto, llegar a la huida sin pasar por la realidad es saltarse un paso necesario, nos faltará el motivo para alcanzar la meta y al llegar no nos van a dar ni agua ni descanso. Los que seguís esperando a Gandalf, no tengáis prisa, suele tardar, poneros cómodos.

Hace unos días definía la abstracción como ” el segmento necesario para completar el círculo del individuo que hace arte por necesidad” Esto me ha hecho pensar que muchas necesidades están más allá de la realidad, que muchas cosas sólo pasan en los sueños o en un cuadro y que a fin de cuentas, todos esperamos al Mago que nos enseñe el final de lo real y el principio de lo sensorial. Si ese Mago llama a tu puerta olvida la realidad y déjate llevar, si no lo haces perderás una oportunidad única y sólo serás otro individuo más haciendo arte por decoración o, peor aún, por desidia.

Luis Díaz de Pedro.
Pintor sin frenos.

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