Últimamente oímos hablar mucho de la eficiencia energética, tanto a nivel cotidiano (etiquetas en electrodomésticos, edificios, ruedas, etc.), como en las grandes empresas (auditorías energéticas, implantación de energías renovables, etc.); pero, ¿realmente sabemos lo qué es y cómo nos afecta?
Para empezar resulta imperioso entender la diferencia entre el ahorro energético y la eficiencia energética:
Ahorro de energía: consiste en no gastar energía. Podría apagar toda la luz y electrodomésticos de casa y estaría ahorrando energía. Asimismo cuando cambiamos de distribuidora eléctrica o bajamos la potencia contratada por optimización tarifaria NO estamos ahorrando energía, sí dinero, pero no energía. Y esto por supuesto, no es eficiencia.
Eficiencia energética: consiste en consumir menos o la misma energía pero manteniendo o mejorando las condiciones de confort. Por ejemplo, en casa comprar electrodomésticos de clase A++ es ser eficiente, pero en el sector terciario y en industria la eficiencia energética va mucho más allá que unos simples cambios de equipos.
EFICIENCIA ENERGÉTICA EN ELECTRODOMÉSTICOS:
Avasallados de etiquetas energéticas allí donde miramos y sin comprender el contenido de las mismas, hemos llegado a comprender que una lavadora A+++ consume menos que una B, e incluso estamos dispuestos a pagar la diferencia, ¿pero conocemos toda la información que nos aporta?
Aparte de la clasificación energética propiamente dicha, se encuentran una serie de pictogramas, dependiendo del electrodoméstico en cuestión que nos informan del ruido, el consumo de agua, la capacidad, etc.
Así, comprar un equipo eficiente es más fácil gracias a la Etiqueta Energética de la Unión Europea. Una etiqueta que permite al consumidor identificar de forma más rápida y sencilla la eficiencia energética de un electrodoméstico.
EFICIENCIA ENERGÉTICA EN EDIFICIOS
Pues bien, si hemos conseguido comprender por qué es importante tener una lavadora A+++, ¿por qué no tener una vivienda, una oficina, o un edificio completo A o B? La clasificación en los edificios viene dada por la emisión de CO2 por metro cuadrado y año del mismo, pero que está directamente relacionada con el consumo eléctrico/térmico aportado a nuestro edificio para tener el calor y frío que necesita para llegar a la situación de confort óptima. En este certificado evaluamos las calidades constructivas con respecto a las pérdidas de calor y frío (fachadas y ventanas) y la eficiencia de los equipos de climatización e iluminación (sólo en edificios no residenciales). Por tanto, el tener un edificio o una vivienda con una clasificación más alta, implicará que su consumo anual de energía será más bajo.
Además, el certificado energético adjunta medidas de mejora de eficiencia energética, que llevadas a cabo harán al usuario ahorrar energía y por tanto dinero.
Ahora bien, ¿cómo podemos afrontar la inversión para instalar nuestras medidas de mejora? Existen multitud de subvenciones, incentivos y préstamos a bajo interés para dichos fines, tanto a nivel autonómico, estatal y europeo.
Vamos a dar un pequeño repaso a algunas de estas ayudas:
Planes de rehabilitación, existen muchas comunidades que cuentan con planes propios y a nivel nacional la Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación urbanas, así como el Plan Estatal de Fomento del Alquiler de Viviendas, rehabilitación, regeneración y renovación urbana (2013-2016); el Proyecto de Ley de Medidas de Flexibilización y Fomento del Mercado del Alquiler de Viviendas; la trasposición de dos directivas europeas sobre certificación de eficiencia energética; y, por último, ayudas del IDAE y líneas de crédito del ICO.
Programa PAREER del IDAE, para residencial y hoteles, con préstamos al 0%+Euribor y ayudas a fondo perdido en el caso de envolvente térmica (fachadas). Se obliga a subir una letra en el certificado energético y a presentar una serie de memorias técnicas.
Programas de subvenciones en diferentes comunidades autónomas, por no extendernos aquí demasiado se aconseja visitar las webs de las agencias de la energía autonómicas y provinciales.
Plan Pimasol, sólo para hoteles y hostales. Compra de créditos de carbono ahorrados por la implantación de medidas de eficiencia energética.
Fondos FEDER
Con todo esto, cabe mencionar que estamos en el momento idóneo para invertir en mejorar la eficiencia energética de nuestros bienes inmuebles, bien por el ahorro económico y medioambiental o bien por revalorizar el edificio/vivienda, y para ello puede contar con la ayuda de LETTER INGENIEROS, porque la experiencia es nuestro principal valor.
Ingeniera experta en Eficiencia Energética
Letter Ingenieros.
