Crisis”, un mensaje con muchos oídos y pocas manos

Cambiando por necesidad

El ser humano presenta un comportamiento curioso. Tiende al equilibrio hasta que lo consigue. Es aquí donde introduce un nuevo elemento desestabilizador en su vida que vuelve a activar las acciones para el logro de ese equilibrio.
Hace años, buena parte de los cambios se realizaban por deber, deseo o inercia, es decir, que la línea de flotación empresarial no se veía amenazada. Sin embargo, la reducción de ingresos ha afectado de lleno a la propia existencia de la organización y nos encontramos en un momento de necesidad de cambio. De ahí que el eslogan “renovarse o morir”, resumiría en parte esta situación. ¿Qué te parece si optamos por renovarnos?.

Las estrategias de marketing van encaminadas a acercar nuestro producto o servicio al cliente. Y cuando hablamos de producto o servicio qué mejor que hablar de nosotros mismos, el mejor producto con los mejores servicios, ¿verdad? Para ello, es necesario saber dónde estánnuestros clientes pero sobretodo qué quiere y cómo lo quiere. La crítica de algunos clientes no quiere decir que “no nos quieran” sino que “así no nos van a comprar”. Y cuando hablamos de cliente, no solo hay que referirse al externo, sino también a nuestras propias personas y a posibles alianzas con otras organizaciones.
Durante algunos años, muchas de las acciones de marketing que se desarrollaban por parte de las organizaciones estaban más basadas en el ensayo y error que en estudios de mercado. Ello, llevaba a que muchas inversiones pudieran fracasar con el consiguiente coste.

El hecho de reducir los costes en marketing no necesariamente debe estar aparejado a una menor eficiencia de las acciones. Algunas de las estrategias de marketing más exitosas se están realizando a través de redes sociales con costes reducidos. De ahí, que la respuesta a esta pregunta estaría condicionada a si esa decisión va a afectar a su efectividad, porque ésta última variable probablemente tenga un efecto directo en los ingresos.

Los resultados a veces se hacen esperar

Al igual que en la vida, para tomar una decisión lo más certera posible es importante conocer todo lo que podamos de la cuestión. En estos momentos, nos encontramos en una coyuntura económica que lleva a mirar hacia fuera y hacía dentro de nuestra propia empresa. Requiere que identifiquemos nuestras fortalezas básicas y que éstas puedan ser elementos diferenciadores en un mercado lleno de mensajes.
Es momento de afinar, de tener en la mente la balanza del coste-beneficio en todas nuestras acciones ya que el perfil del cliente ha cambiado.Está mucho más formado e informado,con menor capacidad de gasto y donde las redes sociales tienen un peso importante en sus decisiones.
Buscar los caminos de encuentro con cada cliente requiere tener la voluntad de interactuar y los riesgos que supone.

La mayor aportación que puede hacer el marketing es ayudarnos a pensar en marketing, elevando nuestra mirada más allá del día a día.
El concepto de marca no es una cuestión que surge de un día para otro, sino que requiere una coherencia y durabilidad en la comunicación de los mensajes. Si nuestro mensaje diario se reduce al término “crisis”, probablemente encontrarás muchos oídos pero pocas manos.
Un buen diseño estratégico requiere conocer quiénes somos y dónde estamos, para dar pasos seguros en el camino. Es momento de provocar los cambios, pero también de tener algo de paciencia en recoger los frutos.
En los entornos hostiles es donde se suelen dar las relaciones de amistad más intensas. ¿Qué te parece ver a tu competidor en el mercado como un potencial amigo? ¿Y qué te parece si tu empleado lo ves como tu mejor cliente? Con este pequeño ejercicio, podrías darte cuenta que tus clientes son realmente tus mejores partners.

Te invito a cambiar tu manera de ver las cosas. Inténtalo, el mero hecho de empezarlo, merecerá la pena. A veces no somos conscientes de nuestras propias fortalezas hasta que otra persona nos indica qué es lo que nos hace singulares.