Todo lo que comemos en exceso se convierte en grasa en nuestro cuerpo.

Para mantenernos con vida, tenemos que ingerir los tres tipos fundamentales de compuestos orgánicos, que son la base de todos los seres vivos:

CARBOHIDRATOS: también llamados azúcares, están presentes en los granos: como trigo, arroz, maíz etc. por lo tanto, pastas, panes, galletas y pasteles son ricos en hidratos de carbono, debido a la presencia de harina de trigo y azúcar a sí mismo.

Proteínas: son los componentes más grandes del cuerpo, siendo casi todas nuestras formadoras de estructuras (membranas, enzimas, hormonas, neurotransmisores, músculos, glóbulos rojos de la hemoglobina, colágeno y elastina de la piel, las uñas y el pelo Queratina). Están presentes en la carne (que no son más que el músculo del animal), huevos, ,las nueces de anacardo, entre otros.

LÍPIDOS: también llamados ácidos grasos son las grasas y aceites. La más conocida es la forma de triglicéridos de lípidos, que es la forma de grasa almacenada en tu cuerpo como una reserva de energía para su uso cuando el cuerpo necesita energía. Pero hay otros lípidos con diversas funciones, tales como los esteroides que forman la vitamina D, el colesterol y las hormonas sexuales. Se encuentran en casi todos los alimentos.

Los lípidos ingeridos más allá de lo necesario diario son sembrados como triglicéridos, formando el tejido adiposo que aparece debajo de la piel y también alrededor de los órganos internos, y denominado grasa visceral. Carbohidratos ingeridos son convertidos en glucosa, que es la energía necesaria para cada célula del trabajo corporal. Cuando consumimos más carbohidratos más que necesario, más glucosa es convertida en glucógeno y sembrados. Sin embargo, el glucógeno es una bolsa pequeña y uso rápido, siendo utilizado durante los períodos de ayuno durante el día, el cuerpo almacena sólo el 2% de la glucosa en forma de glucógeno, la glucosa restante se convierte en triglicéridos y almacenados en el tejido adiposo.

La proteína, presentando el nitrógeno en su molécula, se convierte en urea (un compuesto de nitrógeno) y después eliminada en la orina. Sin embargo, se formará el consumo excesivo de proteínas, además de moléculas de urea de ácidos grasos en cantidades suficientes para ser almacenado en el tejido adiposo. Como siempre se dice, moderación es todo, porque todo lo que ingerimos en exceso engorda.

Karlla Patrícia Silva

Karlla Diario de una biologa

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