Quienes año tras año seguimos con interés las ceremonias de entregas de premios de la industria del espectaculo, ya sea Hollywood, Broadway la música o la televisión, estábamos verdaderamente convencidos de que el anuncio el pasado verano de que el conductor de la 87 edición de estos premios contaría con el polifacético Neil Patrick Harris (NPH) como conductor era algo inevitablemente positivo además de largamente reclamado.
Curtido como actor infantil prodigio, dió el salto a la fama a nivel internacional con la serie How to met your mother, y fue el encargado de conducir los Tonys de los ultimos años, asi como de un par de Emmys. En ellos, el sabor de boca que dejó a todos fue inmejorable, para muestra este numero inicial de los Tonys del 2012 premiado en los Emmys como la mejor producción de variedades para televisión de aquel mismo año : TONY’s OPENING 2012

Sin embargo, vista la gala del pasado domingo, la sensación generalizada fue de decepción. Su guión, escrito por él mismo junto a un sinfín de colaboradores, no sedujo del todo y poco de ella quedó verdaderamente brillante, ni tan siquiera la audiencia televisiva en EE.UU La ceremonia no era seguida por un números tan bajo de espectadores desde el 2008, y supuso un ramplón 10% de share. Sin llegar a ser catastrófica, no brilló, al menos no del modo en que NPH nos tenía acostumbrado. De hecho en una entrevista posterior, NPH reconoció haber disfrutado presentando la ceremonia todo lo que no disfrutó leyendo en Twitter las opiniones de los espectadores, la decepción se hizo rápidamente evidente tanto entre sus fans como entre aquellos a los que su rostro apenas les resultaba familiar.
Todos esperabamos mucho más.

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Tras un ‘opening’ ciertamente anodino (Opening number) , llegó una sucesión de bromas que o bien resultaban incómodas o bien carecían de mucha gracia (lo de salir en calzones homenajeando ‘Birdman’ era como muy prestado de Billy Cristal, o llamar a Oprah ‘the real one and only American Sniper’ algo que no acertó ni ella misma a entender, a juzgar por su cara de WTF? al oirlo), números musicales sin ingenio (el rap era infumable y se veía inexplicablemente barato) y con puestas en escena ultraconservadoras, discursos carentes de chispa (emoción solo se pudo percibir en el speech de Patricia Arquette al recoger su merecido Oscar por “Boyhood”, en el director de la polaca ‘Ida’ y en Eddie Redmayne, el actor que interpreta a Stephen Hawking de la maravillosa “La teoría del todo”), la orquesta no sonaba de forma adecuada e interpretaba a cada nominación fragmentos de bandas sonoras de otras peliculas ganadoras en lugar de la habitual partitura de las películas en competición, el vídeo de ‘los que ya no están’ presentado por Meryl Streep fue poco inspirador (en el ademas faltaba inexplicablemente Joan Rivers, eterna comentarista por excelencia de la alfombra roja año tras año) y el decorado para nada espectacular para lo que se nos tiene acostumbrados
La ceremonia que presentó Hugh Jackman en 2012 sigue siendo en mi opinión la mejor de lo que va de siglo y la que más audiencia acumuló de la Historia. ¿ El porqué? : porque se centró en la espectacularidad y miró hacia Broadway como referencia, sabiendo que detrás de sí, había toda una audiencia multimillonaria a lo largo y ancho del planeta que exige una traducción de ese mismo espectáculo a los códigos audiovisuales propios del lenguaje televisivo.

En cuanto a los premios, a mi Birdman me fascina particularmente, en esta misma publicación recogí mis impresiones cuando se estrenó (Critica de Birdman en Eye2Magazine). Reconozco que no es fácil que guste, es más, entiendo que por su técnica y por su temática, tan peculiares ambas, a muchos les irrite, sin embargo, ésta era la ocasión perfecta para premiar a Boyhood y respaldar lo que ésta supone como film : todo un clásico moderno, un ejemplo de que el cine contemporáneo puede hablar hoy con el lenguaje de ayer, innovando a la vez, y convertirse en obra maestra en el proceso. Boyhood ha costado lo que una película media de Almodovar, es decir algo mas de 4 millones de dólares, y ha recaudado unos 30, luego ha sido rentable, pero no lo suficiente como para lo que Hollywood requiere. Solo ya por eso, merecería toda la atención de la industria y más a la vista del pobre derrotero que parece estar tomando Hollywood en la última década, plagado de filmes sin personalidad, secuelas que aseguren rentabilidad y con los estudios poco dados a oler mas talento que el de la taquilla fácil.

Con ‘Birdman’, Iñárritu su director. ha tenido que recurrir a hablar del narcisismo en Hollywood para que la Academia se fijara en él. Aparte de mejor pelicula del año, se lleva también el de mejor director y el de mejor guión, todo un pleno para el mejicano y un estimulo colosal para su tan criticado ‘ego’ que el mismo defendió con un discurso muy elocuente y claro :

“Al ego le encanta la competición, para ganar tiene que perder alguien, pero el arte verdadero de mis compañeros no puede ser comparado o derrotado, nuestras obras serán juzgadas por el tiempo”

Amplio el consenso, pese a lo previsible, con la victoria de Eddie Redmayne, mejor actor por The theory of everything. Era de justicia dárselo a él por encima de Michael Keaton, quien aparte de no haber sido nunca un gran actor, su personaje en Birdman lo que está es muy bien escrito y muy bien dirigido (tanto que uno acaba por poner en duda a quien atribuir el verdadero mérito de su actuación)
Con Keaton ha sucedido un poco lo mismo que con Bill Murray cuando lideraba las quinielas para llevarse la estatuilla por su papel en “Lost in translation” : ambos tienen fama de ser actores tan mediocres que cuando con el paso del tiempo vuelven a escena arropados por un muy buen papel, en una muy buena pelicula, no sabes bien si son ellos quienes están interpretando de forma magistral o simplemente su parte no estropea una muy buena pelicula con su actuacion)
Keaton protagonizó el momento mas incómodo de la ceremonia cuando las cámaras le pillaron, contrariado, guardando en su chaqueta el papelito con el discurso que daba ya por hecho subir a pronunciar a la vista del carrerón de premios que Birdman estaba tomando con el trascurso de la velada… (Ver video)

Más previsible si cabe resultó la estauilla a Julianne Moore como mejor actriz protagonista por Still Alice, un drama con mayúsculas que no quedará entre sus mejores peliculas, pero en el que interpreta a una enferma de Alzheimer con ese talento suyo natural tan innegable y característico para el drama con mayúsculas. Estos días circula en Youtube este delicioso clip editado con todas las escenas suyas en la que ha llorado.
Aunque por fechas de estreno no podía entrar en liza su otra gran pelicula de este año “Map of the stars” dirigida por Cronemberg, bien hubiera merecido doble nominacion este año, no sería la primera vez que le sucede a ella en concreto esta situacion, si bien a veces eso en lugar de ayudar perjudica, ya que divide los votos y acaba por no ganar con ninguna. De este modo, Julianne Moore por fin recibió el Oscar que le negaron en infinidad de trabajos anteriores como The Hours, The end of the affair, Magnolia, Far from heaven, Boogie Nights, A single man y tantas otras.

Los secundarios fueron para J.K. Simmons por Whiplash, y Patricia Arquette, arañó al final el único galardon que logró Boyhood, pese a que insisto siempre bajo mi punto de vista, Boyhood era la película que debería haberse consagrado en lo mas grande de esta edición por derecho propio.
Su discurso de aceptación exigiendo la igualdad salarial de las mujeres puso de pie a Meryl Streep aunque tengo mis dudas acerca de si fue del todo adecuado, o cuando menos necesario.

Al parecer en la revista Vanity Fair, Patricia Arquette se lamentaba esta misma semana de que había pagado más al que pasea su perro que lo que había cobrado por hacer Boyhood.
Supongo que el privilegio de participar sin cobrar en una película como ésa, en la que no hay un gran presupuesto, y que se rueda en el tiempo libre de cada uno durante 12 años, para ella debe ser casi como hacer un voluntariado en Darfur, pero ella no deja de ser una actriz que ha gozado de una remuneración desorbitada por su trabajo protagonista en 10 temporadas en la serie de tv ‘Médium’, y extraña que alguien en su situación haga bandera de una causa en la que cuesta imaginársela como afectada directamente.
En cualquier caso exigir igualdad desde un púlpito que congrega a millones de telespectadores siempre será positivo. En la gala, además, hubo sitio para despertar conciencias por enfermedades como el ELA (Julianne Moore) el Alzheimer (Eddye Redmaine) o de denuncia contra el mobbing asociado a la diversidad sexual (el guionista de The imitation game)

Uno de los gags mas efectivos corrió a cargo de Jared Leto, cuando a la hora de presentar la categoría de mejor actriz secundaria, afirmó que las nominadas a dicha estatuilla eran cuatro actrices fabulosas, aparte de Meryl Streep, en cumplimiento de las leyes del estado de California. Esta es una recopilacion de los mas ocurrentes Top Oscars Jokes

El Oscar al mejor guion original, tradicionalmente uno de los mas prestigiosos por cuanto rara vez se plega ante consideraciones comerciales o extra artísticas, recaló en Birdman. Es, sin duda alguna, el mas evidente de a cuantos optaba. El guion de Birdman surge de un tortuoso periodo en la vida real de su director, Iñarritu, en un momento de crisis creativa en el que, a falta de ser capaz de crear, y aquejado de una profunda depresión, decide pararse a observar la maquinaria de la sociedad actual que aplaude encendida la mediocridad al tiempo que la circunscribe al mismo periplo efimero de un bien de consumo, convirtiendo el éxito en el terreno de la creación artística, en una especie de cubo de basura del que no se recicla prestigio alguno

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El guión adaptado, una categoría muy poco mimada tradicionalmente, fue a parar a The imitation game, un film fallido que solo salva la interpretación de Benedict Cumberbatch, se trata de una obra que podría haber resultado espléndida pero que deja frío, precisamente por empeñarse en ser impecablemente fría, como frio también me dejaron los 5 Oscars en apartados técnicos con que arrampló El gran hotel Budapest, una película que al menos a mí, formalmente me recuerda al time-line de un Instagram cualquiera y que sobra decir que no me gustó nada, algo que hago perfectamente extensible a toda la filmografía de su director Wes Anderson, a pesar de ser consciente que cuenta con una legión de infatigables admiradores, entre ellos, a la vista esta que un buen puñado de académicos.

Tras el Oscar de Gravity el año pasado, la mejor fotografía fue a parar por segundo año consecutivo al mejicano Emmanuel Lubeki. Su talento con la cinematografía en Birdman es incuestionable : él es el responsable de iluminar y de realizar todo ese desafiante y arriesgado plano secuencia (falseado técnicamente pese a que el espectador lo percibe como un continuum a lo largo de todo el metraje de la pelicula)

La partitura original por fin recayó, en su octava nominación casi consecutiva, en Alexandre Desplat, pero curiosamente por el Gran Hotel Budapest y no por The imitation game, que para mi es mucho mas elaborada. Desplat competía contra él mismo con las dos candidaturas, aunque mi favorita este año era la música de The theory of everything, de Johansson, ganadora en enero del Globo de Oro, y que como el propio Desplat reconoció en la alfombra roja, también suena terriblemente similar a Desplat, por lo que éste en realidad se sentía competiendo con 3 de las 5 candidaturas para el mejor score.

De entre las películas triunfantes, aunque mas modestamente, no hay que olvidarse de Whiplash que yo aun no he tenido oportunidad de ver pero de la que he leído maravillas. De sus 5 candidaturas se llevó nada menos que 3 : la de secundario, la de montaje y la de efectos de sonoros.

La controvertida American Sniper de Clint Eastwood, cuya increíble taquilla en USA (mas de 400 millones de dolares desde Diciembre) es mayor a la suma de todas las películas nominadas juntas, se conformó con el de mejor sonido. Ha despertado mucha polémica en EE.UU por tratar con un tibio pero notorio tono hagiográfico la figura de un personaje real, Chris Kyle, cuya popularidad en América le sobrevino por ser el francotirador (´sniper’ en inglés) mas certero durante los años de la guerra de Irak con mas de 160 víctimas.

La mejor canción fue Glory de la película ‘Selma’ producida e interpretada por Oprah Winfrey, alguien que lleva desde El Color Púrpura queriendo pegar fuerte en los Oscars y no parece que haya nadie con menos suerte a la hora de llevarse uno… Ya entonces aquel film dirigido por Spielberg pasó a la historia como la más ninguneada por la Academia, con cero estatuillas de trece nominaciones, el año pasado Ophra fracasó también con The Butler y en esta ocasión no consiguió despertar adhesiones con Selma, ambientada en las revueltas sociales que tuvieron lugar en los días posteriores al asesinato de Martin Luther King.

Una espectacular Idina Menzel, ganadora el año pasado por su Let it go de Frozen, entregó junto a John Travolta este Oscar a la mejor canción. El año pasado, Travolta se hizo un lio con su nombre y la presento en el escenario como Adele Mazeem. Esta vez fue ella quien intencionalmente le quiso devolver el guante a Travolta y en clave de humor, ante la audiencia, le llamó Gom Glazingo : un momento que tuvo su gracia, pero en el que al igual que todo el conjunto de la gala, no acababa de funcionar del todo.

En película extranjera, Ida confirmo el único gran premio que le faltaba por recorrer este año, y dejó en la cuenta a la argentina Relatos Salvajes, producción de los hermanos Almodóvar, con la que yo he acabado por declararme incapaz de sumarme a esa especie de entusiasmo colectivo que la acompaña allá donde se estrena.

Si el año pasado el momento más retuiteado fue el selfie de Ellen DeGeneres, el de este año fue sin duda la actuación de la inefable Lady Gaga homenajeando los 50 años de Sonrisas y Lágrimas (The sound of music era su titulo original, y La novicia rebelde en Sudamerica)
Fue un momento bastante surrealista, pero tremendamente televisivo y, a falta de selfie (que con muy buen criterio se decidió no repetir) muy bien pensado para resultar mediático o como se busca plantear todo ahora: viral, como todo lo que rodea a Lady Gaga,
Pero sobre todo le vino que ni pintado a Lady Gaga para empezar a crearse de una vez por todas su personaje de Stephanie Germanotta (en realidad, su nombre verdadero) cuando el de Gaga se le acabe por extinguir ya del todo, cosa que va por el camino de suceder de un momento a otro a la vista de la poca acogida de sus ultimos discos y excentricidades varias.

Lady Gaga volvió a demostrar que su voz es muy versátil, pero que nadie se engañe, se ha hecho mucho ruido en las redes alabando su interpretación del medley de The sound of music en esta ceremonia, y se ha dicho mucho eso de que a ver qué estrella del pop puede hacer algo así, tan lirico, en directo, pues bien sepan que hay unas cuantas, y me vienen a la cabeza Christina Aguilera, Beyoncé o Fergie… por poner tres ejemplos. Su aparición tampoco es para quitarse el sombrero, y solo sorprenderá a quienes únicamente ven en superficie su carrera, ya que los que conocen su disco de duetos con Tony Bennett estarán todos de acuerdo en que posee una gran voz, su problema es mas bien ese empeño en resultar rara para a la vez autoafirmarse en una comercialidad inexplicablemente eficaz.
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Julie Andrews, la María a la que The sound of music debe todo y más, se fundió en un abrazo con Gaga al acabar su interpretación. Este si que fue un momento para la historia, dentro de una gala que atesoró bien pocos. Julie Andrews dejó de ser la misma cuando enviudó de Blake Edwards en 2010, y posteriormente se sometió a una operación que alteró sus cuerdas vocales de tal modo que tuvo que renunciar a cantar prácticamente desde entonces. Ello le sumió en una severa depresión durante años y ese abrazo final y ese reconocimiento era todo cuanto Julie Andrews necesitaba que el mundo observara, a falta de poder seguir ofreciéndole su voz. Su aparición fue un momento mas emotivo que el video de los que ya no están, con el que se agradece que el realizador se propusiera no dar volumen a los aplausos de los asistentes en el Kodak Theather, aplausos cuya intensidad sube o decrece en función de la popularidad del fallecido, algo que siempre me ha parecido de muy mal gusto.

En definitiva, una ceremonia que arrancó a las 2.30h am, hora española, en realidad en Los Angeles eran las 17h30 hora local, larga como es de rigor – duró casi 4 horas -, con un planteamiento de fondo y de forma muy convencional, en la que se ve que cada vez se quiere dar apariencia de que la comunidad negra si es parte integrante y fundamental de Hollywood, pero como en la práctica eso año tras año continua siendo una completa irrealidad, se acaba por notar mucho el artificio (rellenar las primeras filas con negros, la omnipresencia de Ophra en varios planos, emplear a ambos presentadores de color en el previo de la alformbra roja…) y de la que con lo más amargo que me quedo es con el hecho de cuando vea en el futuro a Neil Patrick Harris ya no podré decir nunca eso de :
– ‘Lo que tiene que ser éste presentando alguna vez los Oscars’
Debutó al frente de ellos antayer y aunque siempre defenderé su talento, esta vez, aquí su trabajo no ha destacado nada.
Sin embargo la gala de los Oscars cuenta con una realizacion televisiva que tecnicamente es impecable, viste de sofisticacion nuestros sueños, y es emoción en estado puro. Por eso es algo que, pese a todo, siempre será atractiva

Premiadas o no, merece echar una ojeada a este video con las que un creativo ha ilustrado lo mejor del cine a su juicio el añó 2014 : https://vimeo.com/117775590