El año en el que nos encontramos parece ser el elegido para que una lucha, legítima y anodina para algunos, alce los pilares que en el siglo pasado se habían empezado a cimentar. Hablamos de la lucha de mujeres que han estado defendiendo sus derechos y, que ahora, vuelve a estar de moda pero con características propias de este Siglo. Y no me lo invento yo, ya que son varios puntos los que nos dejan ver esta revolución en los Oscar de la mano de Patricia Arquette. Una triunfadora en su carrera, que reivindica igualdad seguida de un aplauso efusivo por parte de todos los asistentes pero, en especial, de Meryl Streep y Jennifer López. Mujeres también triunfadoras que claramente se dan cuenta de la importancia de que esas palabras se concreten en nuestros tiempos.

Esto es lo más actual pero, no hace mucho, un hombre dio el pistoletazo de salida del feminismo en una presentación de una colección. Langerfeld, había creado una perfecta Manifestación de Derechos de la Mujer en plena Pasarela. Algunos la dictaron de circo, otros de acertada absurdided; pero las declaraciones de Karl sentencian lo obvio “Hice esa colección para acentuar la voz de las mujeres. Es un feminismo no agresivo y positivo, un pequeño llamamiento a la igualdad” marcando el compromiso del sector con una lucha que no debe bajar la guardia.

No es de extrañar esta puesta en escena y las declaraciones de su creador. Si echamos una mirada atrás nos daremos cuanta de que la creadora de la firma, Coco Chanel, pese a nunca auto-etiquetarse como activista, sus diseños y sus formas de pensar revolucionaron la moda, a la mujer y a los hombres. Creía en que las mujeres podían triunfar sin demasiados adornos y creó el traje femenino por excelencia, que millones de aristócratas de la época se enfundaron y crearon la revolución de Chanel, al unisono que Emmelie Pankhurst pedía el sufragio femenino en Inglaterra. Una lucha feminista más agresiva y rencorosa que la actual pero, que recopiló las bases de unos derechos durante un contexto de años de sublevación impuesta injustamente a un género que tenía mucho que ofrecer.

Y en el Fashion Bussines actual, no queda nada dejado al azar. Si un hombre hizo recordar a través de su colección esta lucha, el sector tiene esta lucha muy bien asumida siendo 2015, el año en el que más puestos directivos de la historia son asumidos por parte de mujeres; siendo Miuccia Prada la más relevante a nivel internacional (con sus triunfos en Prada y Miu Miu) y a nivel nacional la carismática y luchadora Carme March que actualmente lleva la dirección Creativa de la firma Pedro Del Hierro de su colección “Madrid”. Estas dos mujeres, y muchas más, son recopiladas en el número de Enero de la revista “Glamour” (Muy Interesante y que vale la pena leer) y que nos ilustra en sus cuatro páginas de reportaje todas las mujeres relevantes del sector. Y creedme, no son pocas.

Pero aún quedan muchos sectores donde la moda de la igualdad tiene que llegar dado que, en cifras oficiales, 231 mujeres figuran en la lista de los 1.732 directivos que hay en nuestro país. Y las cifras de paro por géneros aún tienen una notable diferencia. ¿Recibe la mujer Española la valoración necesaria para triunfar en su trabajo?

La libertad de la mujer debe residir en poder elegir, pero no se le deben poner trabas a realizar lo que quiera, esos son los principios que defienden el nuevo feminismo. Igualdad como palabra clave, no sólo para escalar y cobrar igual que los hombres, también en los mitos que reinan en nuestra cultura. ¿Por qué los hombres no pueden ocuparse de la casa y tener la necesidad de servir a la mujer? ¿Y si en una pareja trabajaran los dos por igual y pudieran lograr ambos grandes cosas en el trabajo sin dejar de lado las obligaciones familiares? ¿Podemos lograr cambios de mentalidad para que hombres y mujeres vivamos plenamente en equidad?

Este es el ambiente actual a pocos días del Día Internacional de la Mujer (8 de Marzo), que anteriormente era de la trabajadoras pero, seamos claros, la lucha es de todas; desde la gran directiva que apuesta por sentirse realizada laboralmente y las mujeres que se quedan en casa, sintiéndose realizadas llevando la educación de sus hijos y otros menesteres (que no deben de ser menospreciados); sin roles obligados a asumir, es decir, elegidos libremente.

Idea que hizo cambiar el nombre de esta celebración y que enmarca el argumento de mi película favorita sobre el tema, “La Sonrisa de Mona Lisa”. Las mujeres deben de ser libres para elegir el camino que lleva su lucha. Sin importar prejuicios e ideas machistas que, parece ser, siguen imperando en nuestra sociedad y que deben de acabar. Así lo está dictando las últimas tendencias de la Moda.

Rubén Alexandre