Como ayudar a los bebés con cólicos es una pregunta que se hacen muchos padres. La osteopatía infantil, puede ser una buena forma para ello.
Si tu bebé tiene menos de tres meses, llora mucho, se retuerce, tiene gases, tiende a encoger las piernas hacia el abdomen, cierra los puños, pero coge peso correctamente, quizás tiene cólicos. Conoce cómo la osteopatía infantil puede ayudarte en este caso.
La causa de los cólicos no está muy clara, aunque, para la mayoría de los autores, el origen de este doloroso proceso sería intestinal y tendría relación directa con su alimentación.
Posibles causas de los cólicos del lactante:
– Existencia de una acumulación de gases en el tramo intestinal, como consecuencia de una deglución exagerada de aire cuando el bebé toma el pecho o cuando llora.
– La expulsión de aire después de mamar es insuficiente.
– Mala absorción de los hidratos de carbono (lactosa), lo que provoca una fermentación bacteriana y la producción de H2 (dihidrogeno).
– Trastornos de la movilidad intestinal, debido a la producción excesiva de gases.
Los cólicos son un motivo de consulta al pediatra frecuente, porque provocan angustia en los padres, que terminan muy cansados y desesperados. Los síntomas pueden persistir hasta los 4 ó 5 meses. Es importante realizar una consulta previa con el pediatra, a fin de descartar otras patologías digestivas relacionadas con estos síntomas, porque es la única persona que podrá hacer un diagnóstico real. Antes de cualquier tratamiento complementario (osteopatía, fisioterapia, método especial…), hay que consultar siempre con el pediatra correspondiente.
Algunos factores externos que pueden provocar cólicos:
– Si la madre sufrió estrés emocional durante el embarazo o en el posparto tiene más posibilidades de tener un bebé con cólicos.
– El tabaco aumenta también el riesgo de cólicos.
– Los bebés alimentados con leche artificial son más propensos a sufrir cólicos, porque ésta provoca una modificación de la flora intestinal, cosa que no ocurre en los bebés alimentados con leche materna.
– También hay bebés que tienen alergia a las proteínas de la leche de vaca, pero sólo un médico puede tomar la decisión de quitar la leche o dar una fórmula dietética adecuada según la clínica del niño.
Cómo se puede ayudar al bebé durante los cólicos
– Hay que cogerlo en brazos y acunarlo.
– Se le puede poner boca abajo (siempre bajo la supervisión de los padres y sin dejarlo solo en ningún momento) y hacerle un masaje de la barriga (siguiendo las pautas que se dan en la consulta).
– Es útil seguir un tratamiento osteopático.
– Es útil mantener la cabeza del bebé en una posición correcta cuando se le da el pecho.
– Hay que procurar que, durante las tomas, el bebé se encuentre en un ambiente acogedor que le permita sentirse en calma.
– Hay que usar biberones que limiten la aerofagia.
¿La osteopatía infantil puede ayudar los cólicos del bebé?
Como hemos visto, la gran mayoría de los autores sostienen que este doloroso proceso tiene un origen intestinal. Mediante la osteopatía, podemos trabajar las vísceras (intestino, estómago, hígado, etc.) utilizando técnicas específicas para mejorar la función visceral del bebé. Una zona importante que suele estar olvidada es el diafragma.
El diafragma es un músculo muy importante tanto a nivel fisiológico como biomecánico, ya que:
– Asegura la función respiratoria.
– Participa en el masaje de las vísceras para optimizar la movilidad intestinal.
– Regula las presiones en la cavidad abdominal y en la cavidad torácica.
Si tu bebé tiene una función diafragmática alterada (desde el punto de vista osteopático), seguramente tendrá trastornos viscerales que se manifestarán en dolor y crisis de llanto, que pueden, a su vez, alterar el sueño del pequeño. El osteópata, a través de manipulaciones muy suaves, intentará restablecer esa buena dinámica diafragmática para mejorar la movilidad intestinal. Si la causa no es un problema de diafragma, el osteópata tendrá que trabajar otras estructuras (fascias, músculos, estructuras viscerales, cráneo) relacionadas con los cólicos.
Como hemos visto, la gran mayoría de los autores sostienen que este doloroso proceso tiene un origen intestinal. Mediante la osteopatía, podemos trabajar las vísceras (intestino, estómago, hígado, etc.) utilizando técnicas específicas para mejorar la función visceral del bebé. Una zona importante que suele estar olvidada es el diafragma.
El diafragma es un músculo muy importante tanto a nivel fisiológico como biomecánico, ya que:
– Asegura la función respiratoria.
– Participa en el masaje de las vísceras para optimizar la movilidad intestinal.
– Regula las presiones en la cavidad abdominal y en la cavidad torácica.
Si tu bebé tiene una función diafragmática alterada (desde el punto de vista osteopático), seguramente tendrá trastornos viscerales que se manifestarán en dolor y crisis de llanto, que pueden, a su vez, alterar el sueño del pequeño. El osteópata, a través de manipulaciones muy suaves, intentará restablecer esa buena dinámica diafragmática para mejorar la movilidad intestinal. Si la causa no es un problema de diafragma, el osteópata tendrá que trabajar otras estructuras (fascias, músculos, estructuras viscerales, cráneo) relacionadas con los cólicos.
Para garantizar la mejoría de los cólicos, el osteópata, tras el tratamiento en la consulta, debe dar unas pautas a los padres para gestionar las crisis (masajes, posturas etc.).
