(fotografía Gus Geijo)

Nos engañan desde que nacemos, contándonos historias de amor de cuentos, finales felices inexplicables, hadas madrinas que nunca hemos visto volar… Nadie nos dijo que pasó con la cenicienta cuando finalmente se fue a convivir con el principe al castillo, si le molestaba que no levantase la tapa del “trono real” o si él podía convivir con sus estrepitosos ronquidos… O bien si Blancanieves finalmente consiguió aprender a cocinar, o si la bestia decidió quitarse la barba para ya no pinchar más a la bella, y si hicieron algo por resolverlo…

Buscamos el amor como nos lo han vendido, lo quiero guapo pero sentimental, gracioso pero no sarcástico, sensible pero fuerte, y demás etcéteras que a más de un@ le robarán una sonrisa…

Buscamos el amor que en realidad nace y mora en nosotros, en ese afán cometemos locuras, nos golpeamos, caemos 100 veces, 101 nos levantamos, poco a poco nos sentimos decepcionados, porque al ver que nuestra historia no borda de purpurinas el final de un libro, creemos que eso es algo que solo pasa en las novelas, y que nunca nos va a llegar, pero, el amor es lo que nosotros hacemos de él cuando es nuestro…

Amor es enfadarse, para luego entenderse, amor es reirse, abrazarse, llorar a la par u ofrecer nuestra compañía, amor es aprender a esperar, respetar, dejar aparcado el orgullo para llenar su espacio de bondad y generosidad, amar es vernos en los ojos del otro como si fueran los nuestros, mirar hacia el mismo horizonte, con dos diferentes puntos de vista que no tienen mejor labor que la de complementarse, amor en la vida es vivir la realidad, finalmente como si fuera ese cuento, pero que escribimos día a día de a dos…

Romina Ramil

Romina Ramil

Conecta con nostros
Últimas Noticias
CLOSE
CLOSE